Mi historia puede quizá traer recuerdos a muchas personas, quizá miles. Estoy lleno de vivencias, la mayor parte de ellas muy bellas. En mi interior, pude presenciar hermosos sueños, diálogos efusivos de alegría y emoción por compartir un momento junto a otros, en un viaje fraterno hacia algún destino predeterminado con un noble final. Viajes que quizá a algunos pude brindar por primera vez. Risas, jolgorio, emoción, esperanzas trenzadas entre sí con respeto, disciplina, orden, cariño.
Grandes personalidades ocuparon un espacio dentro de mí. Maestros docentes, políticos, empresarios o simplemente genios que aportan o brindaron a nuestra comunidad orgullo de pertenecer a ésta. Muchas veces escuché diálogos efusivos producto de la precoz sabiduría en debates, pero siempre reverentes, con atención a las palabras antagónicas, pues la sabiduría sabe escuchar. Quienes hicieron estos viajes conmigo saben muy bien de lo que les relato. Saben muy bien el respeto que causaba cuando recorría los caminos de nuestra sociedad, la admiración por la carga intelectual, deportiva, artística que portaba a destino. Cuando yo llegaba con mi carga se palpaba el respeto que impartía a los oponentes. Sentía esa fiebre de ser venerado por miradas ajenas a mi insignia. Tiempos de gloria, lejanos, que ahora comparto como recuerdos.
Vino una pausa y me quedé estático, dentro de mi hogar, como un viejo paciente y tranquilo viendo a su prole crecer y avanzar, cual abuelo goza de sus nietos crecer, jugar, cantar. Días de reposo y felicidad por haber cumplido mi labor con mi familia.
Pero un día, algo cambió. Ya esas caritas y emociones púberes no sembraban alegrías o respeto, ni siquiera entre sí. Sus semblantes mutaron. La rabia, desidia e irreverencia modificó sus rostros.
Dentro de estos diálogos escuchados, muy a mi pesar, también presencié cómo se auto destruía mi propia familia, mi interior se pobló de nubosidad y odio. Fui usado sin mi consenso para fraguar ataques que atentarían contra mí, y a los mismos que en mi interior pretendían que fuese su protector.
No más.
No más de esta pesadilla, no quiero presenciar cómo se destruye mi hogar, como se destruye su historia, se nubla su imponente presencia, se difumina su fulgor,…mi hogar.
“CALEUCHE”
10 de Mayo 2019.